lunes, 21 de noviembre de 2011

Olvidados

Ayer mis padres recibieron una mala noticia. Miguel nos dijo que debíamos irnos de su casa lo más pronto posible, debido a que los matarían si nos ayudaban. Papá bajo al sótano y nos dijo q recogiéramos todas nuestras pertenencias. Mis hermanos preguntaron, por qué tenían que guardar sus cosas, pero no recibieron respuesta. Pasadas dos horas, todos subimos a las sala y nos despedimos de Miguel. Aunque nos había corrido de su casa, le debíamos mucho, así que le dimos las gracias y salimos del lugar.
Yo me sentía muy asustada. Tenía miedo que apareciera la policía y nos llevara a un refugio,  miedo a que no encontráramos otro lugar seguro para escondernos, pero me dio mucho mas temor que me separaran de mi familia. Tantos pensamientos llegaron a mi mente que comencé a llorar. Después de un rato me tranquilicé mientras caminabamos. Sin saber adónde ívamos, nos detuvimos debajo de un puente para descansar después de dos horas de larga caminata. Mis hermanos, mi mama y yo nos sentamos en unas rocas, mientras que papá se quedó de pie. Cuando dejamos las mochilas en el suelo papá comenzó a hablar. Nos dijo que no sabía a donde ir, que ya no existían lugares seguros para nosotros y que había tomado una decisión.
Cuando escuchamos las palabras de papá todos quedamos impactados. El decidió llevarnos a un refugio del gobierno, sabe que ahí seremos tratados como basura; humillados a cada momento, pero se nos han acabado las opciones.
Dentro de un rato estaremos caminando hacia el refugio, el lugar menos seguro y más odiado por nosotros los pobres. Hemos sido olvidados por el Gobierno, y escluidos por la sociedad. No sé qué pasará

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